Características de los machos samoyedo adultos

Los machos adultos de samoyedo son perros de tamaño medio y de complexión fuerte y resistente. A su vez se muestran como un perro elegante, mezcla de todas sus características físicas adornadas con su impresionante pelaje.

Llama la atención la mezcla de su fortaleza física, lo que les permite poder tirar de un trineo, con la belleza que les aporta el collar que forma su gola de pelo y cómo portan su cola.

Es fácil darse cuenta cuando vemos un samoyedo si estamos ante un macho, porque se muestran muy masculinos en comparación a las hembras y además hay bastante diferencia en cuanto al tamaño, siendo los machos bastante más grandes.

La talla se define mediante la altura a la cruz (punto más alto del omoplato) y está comprendida para los machos entre 54 y 60 cm.
El estándar de la raza no marca nada en relación al peso, por lo que no se puede definir de forma concreta.

Una seña de identidad propia de la raza y que por tanto aparece también en los machos es la llamada “sonrisa del Samoyedo”. Este efecto de sonrisa se produce por la forma y situación de los ojos con respecto a la boca, que está ligeramente curvada hacia arriba.

Lo más llamativo de un macho de samoyedo es su pelo y aunque no tiene grandes complicaciones mantenerlo perfectamente arreglado si que es necesario ser meticuloso y cepillarlo y bañarlo con regularidad.

Su pelaje está compuesto por dos tipos de pelo, cada uno tiene unas características y funcionalidades distintas:

• Manto: también llamado pelo de cobertura. Es un pelo largo, áspero y que tiene cierta imprimación de grasa, que hace que salvo que llueva intensamente no se moje porque repele el agua.
• Subpelo: es el pelo que estará presente en más o menos cantidad en función de la época del año y que permite guardar la temperatura del cuerpo. Es un pelo suave, denso y con textura lanosa. Cuando hace mucho frío y tiene bastante subpelo nuestro macho de samoyedo parecerá un auténtico oso. Cuando llega el verano lo soltará, produciendo la muda. Debemos cepillar para retirar todo el pelo de esa muda y así permitir que se quede más fresquito y aseado.

Además, también es muy característico en un samoyedo el collar de pelo que se forma alrededor del cuello. Aunque está presente tanto en los machos como en las hembras es mucho más llamativo en los machos, formando una preciosa gola que contribuye a aportarle elegancia a su apariencia.

En relación al color sólo podemos encontrar samoyedos de color blanco y podrán ser blanco puro o tener algunas manchas de color crema. Ese color crema también es llamado color bizcocho o biscuit. Pero es fundamental que el color predominante siempre sea el blanco.

La trufa debe ser de color negro, aunque se acepta que presenten lo que se llama “Nariz de Nieve”, que es una despigmentación producida por el frío y que a veces se mantiene ya de forma perpetua. Es correcta la “Nariz de Nieve” siempre y cuando el borde de la trufa se siga manteniendo pigmentado.

El temperamento de los machos de samoyedo es muy sociable con las personas y normalmente también suelen serlo con otros perros. No obstante, a veces hay algún macho más dominante con el que tendremos que tener cuidado a la hora de permitirle jugar con otros machos.
Precisamente por los sociables que son con las personas no tienen ninguna cualidad como perros de guarda.

Son perros muy juguetones y vitales. De hecho, es muy significativo que normalmente aparenten mucha menos edad de la que tienen. Ese temperamento juguetón en muchas ocasiones les hace aparentar una juventud eterna a pesar de que vayan cumpliendo años

Debemos destacar un par de aspectos importantes a tener en cuenta si vamos a plantearnos incorporar una samoyedo a nuestra vida: les encanta escarbar y normalmente son bastante ladradores.
Estos aspectos junto con la nula capacidad para guardar no les hace aptos para vivir libres como perros guardianes en un jardín.

Si los dejamos en el jardín es muy posible que consigan reconvertirlo en un campo de golf, lleno de hoyos. Como escarbadores no tienen precio, les encanta hacerlo.
Además si están solos en el jardín querrán llamar continuamente la atención de los animales o personas que vean pasar y lo harán como mejor saben: ladrando. Esto puede generarnos molestias tanto a nosotros como a nuestros vecinos.
Por lo tanto, es importante que tengamos presente que deben convivir con nosotros, en nuestra casa. De esta forma podremos disfrutarlo sin ningún inconveniente.

Por su carácter, un samoyedo siempre es una apuesta segura para hogares en los que el perro tiene que convivir con niños. Jugará con ellos, los mimará y los consentirá. Es importante recordar que una de las funciones que tenían en la tribu samoyedo era dar calor a los niños.