¡Si! Encontrar la mejor residencia canina es nuestro propósito cuando pensamos en alojar a nuestro perro en una de ellas porque nos vamos de vacaciones.
La cuestión es si lo conseguimos o no y principalmente dependerá de que busquemos correctamente. En estos momentos está de moda dotar las residencias de algunos servicios que encandilan a los dueños, consiguiendo así que el propietario del perro tenga la sensación de haber encontrado la mejor. En muchos casos así sería si el que fuera a estar allí alojado fuese el dueño, pero de cara a la estancia del perro, las necesidades son un tanto distintas.
Cada vez son más los dueños de perros que consultan con los hoteles caninos si entre sus servicios las instalaciones cuentan con piscina, aire acondicionado, veterinario permanente, etc. En ocasiones es difícil explicar al propietario del perro que esos servicios no son necesarios en un centro de estas características. Tomaremos estos ejemplos para explicar el por qué.
Referente a la piscina lo primero que cabe destacar es que no todos los perros se sienten cómodos en una y mucho menos si la tienen que compartir con otros de sus congéneres. Son muchos los canes que se bañarán en ella, así que si se quiere garantizar la buena higiene del agua, ésta deberá tener una cantidad elevada de productos tratantes. Además tenemos que tener en cuenta que el hecho de que el perro se moje implica que se deba aclarar y secar correctamente cada vez que se moje o estaremos exponiéndole a problemas dermatológicos. Nos planteamos que el perro debe mojarse continuamente para sofocar el calor, en este caso, ¿por qué no elegimos un centro en el que los perros estén fresquitos durante su estancia?
Así saltamos a la siguiente cuestión: el aire acondicionado. Que los perros estén fresquitos es una necesidad, porque en algunos casos se puede desencadenar un golpe de calor. Pero que gocen de una temperatura adecuada no implica que debamos buscar que las instalaciones tengan aire acondicionado. Se está incrementando considerablemente el número de perros alérgicos y con problemas respiratorios. No es buena idea meter un gran número de perros en una sala cerrada con aparatos de aire acondicionado funcionando. Los riesgos de infecciones respiratorias son muchos, no solo por los cambios bruscos de temperatura exterior-interior sino por la fácil propagación de virus y bacterias en los entornos cerrados y climatizados, como la tan extendida “tos de las perreras”.
En este caso y cuando hablamos de problemas de salud nos surge el miedo a que a nuestro perro le aparezca algún problema durante la estancia en la residencia y no esté correctamente atendido por un veterinario. De entrada al llevar al perro a la residencia lo normal es que esté en buenas condiciones de salud, aunque puede ser que algunos lleven pautada una medicación o tratamiento porque tengan alguna afección crónica o pasajera, incluso puede que de antemano ya tengamos indicada una revisión y coincida con la estancia del perro en la residencia. En este caso el propietario deberá indicarlo y seguro que se encargarán de llevarle a su revisión. En cualquier caso estas cuestiones no implican que en las instalaciones de la residencia tenga que haber un veterinario, aunque si que deben tener unas pautas de actuación en caso de que necesiten alguno.
Cuando elegimos una residencia canina, debemos recordar que no estamos buscando un macro-complejo turístico para nosotros en la otra punta del mundo, donde piscinas, jacuzzis, aires acondicionados y médicos permanentes son imprescindibles para garantizar nuestra salud y nuestro divertimento. En este caso buscamos un lugar donde nuestros perros estén tranquilos, bien atendidos, que no pasen estrés ni calor y que nos de la tranquilidad de que podrán manejar una situación comprometida en caso de que surgiera una urgencia. Para encontrar eso, daremos unas pautas en las que fijarnos a la hora de buscar una residencia canina:
- Lo primero y fundamental es elegir un centro que tenga la licencia del Núcleo Zoológico. En España es imprescindible esta licencia para todas las residencias caninas. Para su obtención se deben cumplir unos estrictos requisitos que garantizan el bienestar y seguridad de los animales alojados. Además las residencias caninas que disponen de Núcleo Zoológico son inspeccionadas regularmente por los servicios de Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas. Por lo tanto es imprescindible que confirmemos que la residencia que elegimos disponga de esta licencia.
- Localizar un centro fuera de los núcleos urbanos acalorados. Nuestro perro estará fresquito sin exponerle a los aires acondicionados o a las piscinas. Si vivimos en una zona muy céntrica puede que tengamos que desplazarnos unos kms, pero merecerá la pena. Además en muchas residencias tienen servicios de recogida y entrega a domicilio.
- Que sea atendida por profesionales es imprescindible. Gran parte de la carga de trabajo de una residencia implica tareas de limpieza y eso lleva muchas veces a que en algunos centros las contrataciones de personal sean exclusivamente de mano de obra barata que no tiene ningún conocimiento y/o experiencia en el manejo de perros. No necesitamos biólogos, veterinarios o adiestradores atendiendo a nuestros perros, de la misma manera que las guarderías infantiles no son atendidas por pediatras. Pero no hay que olvidar que es imprescindible que las personas que estén ahí deben ser profesionales con experiencia que sepan atender correctamente las necesidades de los perros y con capacidad de gestionar cualquier contratiempo que pueda surgir.
- Que durante la estancia del perro en el centro, sea atendido por la misma persona. El perro se mostrará más tranquilo, relajado y además será más fácil evaluar que no hay ningún cambio que debamos tener en cuenta en el perro.
- Un tamaño moderado de la residencia hará que el nivel de ruido sea asumible y que no aparezca estrés por esta causa. Debemos evitar las residencias masificadas con gran número de perros alojados.
- Que cada perro disponga de un espacio independiente es primordial. Aunque a los humanos nos parezca lo contrario, para los perros no es agradable tener que competir continuamente por cosas básicas como la comida, el agua o el sitio donde tumbarse. Nuestra perspectiva humana nos hace pensar que estará mejor acompañado para no aburrirse, sin caer en la cuenta de que los perros son jerárquicos y que puede no ser agradable para él mantenerse dominado en cosas tan básicas. No hablamos de daños físicos para el animal, sino del estrés sicológico que supone que el perro que es el rey de su casa de repente esté relegado a un segundo plano.
- Las normas de admisión en el centro, suelen plantear rechazo al propietario por aquello de que muchas veces las personas no acatamos de buen agrado las normas, pero en definitiva mostrará que hay un control a la hora de permitir la entrada que garantizará unas normas sanitarias y de convivencia tranquilas.
Como veis hay que tener en cuenta algunas cosas para elegir, de manera que nos podamos ir de vacaciones tranquilos, relajados y confiando en que nuestro perro está en las mejores manos. Eso sí, recuerda que deben estar cubiertas sus necesidades no las nuestras, que son muy distintas. Y una vez hecha la elección ¡disfruta de tus vacaciones, porque seguro que él disfrutará de las suyas!
Muchas gracias por leer éste post hasta el final, puedes ver más información sobre nosotros en Nariz de Nieve.
¡Os esperamos!